"Me llamaron de la asociación paraguaya de fútbol y me dijeron que me quieren en la selección. Mi respuesta fue que tengo que pensarlo, pero que la idea me gusta y me llena de satisfacción".
Estas palabras surgen de la boca de Hilario Navarro. El jugador de Independiente, es seguido por el técnico argentino Gerardo Martino y como bien se planteó desde este blog hace dos semanas, era lógico que el entrenador pusiera su mirada en el uno.
El ex jugador de San Lorenzo Rubén Ruiz Díaz se comunicó con el correntino para ofrecerle el puesto. Ante el llamado el futbolista afirmó: "Pedí 15 días para contestarles de forma definitiva, pero la verdad es que estoy más cerca de aceptar que de decirles que no".
Está claro que Hilario Navarro tiene un afecto especial por Paraguay. Su esposa Rocío y su hijo Luca, de siete años, nacieron en el país que vio brillar en su puesto a José Luis Chilavert. Además el arquero jugó allí desde el 2001 hasta el 2007.
El correntino, que confesó en una oportunidad que su sueño era defender los colores de Argentina, entiende que tiene más posibilidades de ir al Mundial de Brasil si accede a la propuesta de la albirroja.
De aceptar integrar el combinado paraguayo, será el cuarto futbolista argentino que juegue para la selección sudamericana. Néstor Ortigoza, Jonathan Santana y Lucas Barrios son los tres que ya se pusieron la camiseta paraguaya.
A pocos días de cumplir los 30 años, Navarro ya recibió un regalo por anticipado. Si finalmente da el sí, el uno de Independiente deberá pelear el arco con Justo Villar, Diego Barreto y Aldo Bobadilla.
El correntino está feliz por su momento y agradece esta chance: "Le debo mucho al fútbol paraguayo". Tal vez, esta sea una buena forma de compensarle la deuda.
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