20 nov 2010

DIFERENTE Y CON MÁS PRESIONES


Se viste distinto al resto de sus compañeros y sufre más que ellos. Ocupa el puesto más ingrato de un equipo de fútbol. ¿Cómo supera los errores que cuestan partidos y cuando todo el mundo lo cataloga como el único responsable?

Marcelo Roffé, psicólogo deportivo que trabajó durante el Mundial del 2006 junto a la Selección Argentina, es una palabra autorizada para analizar la problemática. Al respecto dejó sus pensamientos:

El puesto es el más ingrato, no hay dudas, porque:
1- Es el más individual en un deporte de equipo
2- Si el equipo pierde, el derrotado es el arquero
3- En el ambiente del fútbol prevalece el imaginario de que el arquero es tonto.

Alguna vez, Hugo Orlando Gatti lo inmortalizó en una frase muy compleja de analizar, en el puesto más bobo soy el más vivo. Te olvidás algo y los jugadores te dicen: ¿Vos fuiste el arquero?

Sin embargo, el uno está mucho más desarrollado intelectualmente que la mayoría de sus compañeros. En mis años de profesión lo he comprobado. La mayor parte de los libros publicados por protagonistas del fútbol fueron escritos por arqueros: Amadeo Carrizo, Harald Schumacher, Esteban Pogany, Andoni Zubizarreta, Federico Vilar, CláudioTaffarel, entre otros.

El fútbol de alto rendimiento está dramatizado. Hay poco espacio para divertirse con responsabilidad. Cualquier error grave puede costar la carrera del arquero, eso obstaculiza la asunción de riesgos que conlleva este estilo de mayor placer lúdico.

¿Existen técnicas psicológicas para reducir el margen de error?

Cuando la pelota está de la mitad de la cancha para el arco rival, y tu equipo está al ataque, hace falta un autodiálogo y una manera de moverte en el área que te permita seguir concentrado. Todo eso se trabaja con distintas técnicas.

¿Cómo trabajás después de un gol tonto?

Con la autoconfianza. Lo analizamos con el video: “Cuando saliste en este centro, ¿Por qué lo hiciste? No, bueno porque pensé que iba a llegar. Pero, ¿qué se te cruzó por la cabeza? ¿Saliste un segundo antes, uno después?
¿Practicás la salida?”. Ahí se juntan lo psicológico y lo técnico.

Para concluir Marcelo Roffé destacó: “La percepción del fracaso en los arqueros es más alta. Es el puesto que vos decís: El uno hoy me salvó u hoy me hundió. Siempre se buscan salvadores o culpables”.



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